La IA y la mala muerte

📅 Junio 12, 2025

⏰ Tiempo de lectura aproximado:6 min.

¿Es posible que la IA se convierta en tu partener de viaje, te aconseje dónde ir y qué hacer, incluso si vas camino a la Edad Media y estás a punto de cambiar tu trabajo por gallinas con tal de evitar una factura digital? 🐔

¿Puede saber qué son los lugares de mala muerte y detectar lo cutre en los rincones más mainstream?

En mi imaginación, llevo un blog y semanalmente comparto noticias de viajes 🧳, de sitios interesantes , de lecturas  y algún que otro chisme jugoso (culebrón, pero bien contado) de la historia del arte.

Lo cierto es que el último post lo hice hace más de un año. Más.

En el medio pasó de todo. De TODO.

Y una de las cosas que se cruzaron en mi camino fue la IA 🤖. Nunca me hubiese imaginado decir esto, siendo yo una persona cuyo camino la está llevando directo a la Edad Media: dibujo, coso y bordo a mano, hago mis propias telas y estoy dispuesta a cambiar mi trabajo por gallinas 🐔. En fin.

Pero apareció el ChatGPT, y todo cambió. Incluso —y sobre eso quiero hablarles— cambió mi forma de organizar viajes. Cuando digo viajes, no me refiero solo a vuelos y sitios lejanos. Un viaje también puede ser un autobús de 20 minutos, comer en algún lugar desconocido, caminar unas horas y volver a casa con el tren correspondiente 🚆.

Entrenar tu asistente. Què?! 🤯

Mis últimas experiencias recorriendo lugares fueron bastante buenas con el Chat de partener. Aunque algunos intentos fallaron a la hora de elegir sitios 💩, en general, logramos ir a lugares chulos.

Antes, lo que hacía era leer varios blogs 📖, ver horas de videos en YouTube 📺, y hacer “inteligencia” intensiva. Comenzaba por los lugares icónicos, luego buscaba esas experiencias que “hay que hacer”, como meter una aguja por un huequito en el santuario de una virgen para obtener algo (sí, esto existe y está en Toledo).

Aunque me gustaría tener fotos hermosas sosteniendo edificios o posando junto a la Sagrada Familia, no soy de esas personas. Mis fotos de viajes, y en realidad las cosas que me interesan, son de un gato durmiendo en un nido, una ventana agrietada, una señora sacudiendo la alfombra y videos de viejitos caminando lento.

No sé en qué me convertí.

Pero ahora, con la IA en mi vida, lo que hice fue “entrenar” a mi agente de viaje.
Tengo un chat abierto donde voy haciendo preguntas y dándole pistas, como si fuera una amiga con poca pasta 💸 y medio chiflada como yo.

És possible, això? 😅

El Chat sabe que me gusta:
• Buscar lugares para comer comida local 🍛, casera y que no sea cara.
• Lo que son los lugares de mala muerte (mis favoritos 💀).  Sitios que contemplan otras cosas antes que la estética (e incluso antes que la limpieza).

• Historias paranormales 👻.
• Cementerios, parques derruidos 🌾, librerías de arte con humedad 📚.
• Rincones particulares 🌀 donde se amontonan edificios de diferentes estilos arquitectónicos, plantas y enredaderas o cualquier cosa que lleve el viento.
Y sí, dentro de la misma conversación puede aprender sobre mis gustos. Lo que no hace es recordarlo al día siguiente, porque no tiene memoria activa (a menos que se use esa función). El nostre és intens… però fugaç.

Lo que el Chat NO puede hacer 

No puede conversar con las personas por mí 🗣️.
No me acompaña cuando tomo una calle algo oscura 🚷 y tampoco me defendería.
No se cuelga con un pájaro increíble 🐦.
No se pierde conmigo.

El Chat toma datos disponibles en internet —más rápido que yo— y tiende a recurrir a lo más leído: las típicas recomendaciones mainstream 🧠. Los “10 imperdibles de Montpellier” no están mal, pero después viene lo más difícil: cómo querés viajar y cuánto tiempo tenés. Yo no puedo ir a muchos lugares, me gusta hacer las cosas lentamente ⏳ y caminar siempre que se pueda de un sitio a otro.

Y hay algo más preocupante, que también cambia la forma de viajar últimamente: la gentrificación, que sumada al efecto multiplicador de las redes —que divulgan lugares hasta hacerlos explotar—, transforma barrios enteros. Suben los alquileres, cierran los bares de toda la vida, y esos rincones únicos se convierten en algo que ya no me atrae tanto. 🎭
Lo singular se vuelve instagrameable. Y lo auténtico… se vuelve una puesta en escena. Pero tal vez eso ya es demasiado tema para un solo post.

En fin:

Sí, me parece útil el Chat.
Sí, puede ayudarte a encontrar sitios y actividades que te gustan.
Pero antes lo tenés que saber vos. Lo tenés que poder decir, para que el Chat lo entienda.

Y después, en un momento, hay que dejarlo. Cerrar el móvil 📵.

Vivir lo más analógicamente posible 🌿.

Y si encontrás un lugar donde cocinan rico, te tratan bien, te traen agua fresca y no te cobran un riñón:
NO LO SUBAS A REDES.
🙏 Per favor, no ho facis.

Som-hi.

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